lunes, 11 de agosto de 2008

MUJERES EN LA SOCIEDAD

Desde siglos atrás, la mujer se ha encontrado con muchas barreras para sobresalir en la sociedad. La ideología machista ha sido predominante en la mayoría de Estados. Grandes filósofos clásicos como el alemán Arthur Schopenhauer o el suizo Juan Jacobo Rousseau tenían ideas y políticas infames en contra de las mujeres. El primero decía que “la mujer es un animal al que hay que tratar duro, alimentar bien y encerrar. Las mujeres deberían ocuparse de su casa, pero de ningún modo mezclarse en la sociedad". El segundo manifestaba que “la mujer está hecha para ceder al hombre y soportar incluso su injusticia”. Pero a pesar de este tipo de ideologías, se dio un despertar en las mujeres y comenzaron a abogar por sus derechos y la equidad de género, tratando así, de tener voz dentro de la sociedad.

Existen construcciones sociales, lo que se refiere al papel dentro de la sociedad que deben desempeñar los hombres y los que le corresponden a las mujeres. En la sociedad guatemalteca predomina la construcción que cataloga al hombre como fuerte, quien trabaja y desempeña cargos públicos, líderes políticos y económicos, y quienes mejores cargos laborales logra, así como salarios; mientras que la mujer, su mayor papel social es ser madre, son vistas también como débiles física e intelectualmente, no logran ocupar muchos cargos de importancia, deben ser conservadoras y sujetas a las decisiones de los hombres.

Afortunadamente la mujer del presente ya no se conforma con quedarse en casa, muchas luchan por prepararse académicamente y lograr desarrollar un buen trabajo dentro de su campo. Vemos ejemplos muy significantes en María Antonieta de Bonilla, ex Ministra de Finanzas, cargo en el cual recibió un reconocimiento a nivel internacional por ser la mejor de la región y quien actualmente se desempeña como Presidenta del Banco de Guatemala y la Junta Monetaria. En el caso del legislativo, una mujer representativa es Zury Ríos, quien mantiene una larga y estable carrera en el Congreso que va ya por doce años, durante los cuales se ha desempeñado como Segunda Vicepresidenta y actualmente como Tercera Secretaria en la Junta Directiva.

Debemos ser realistas y darnos cuenta que, aunque la participación de la mujer en cargos públicos ha mejorado, sigue siendo muy pobre en cuestión de cantidad, sin embargo es muy buena cualitativamente. Se debe tener en claro que no se trata de una batalla de sexos en donde se compite por ver quien es mejor, sino de respeto mutuo, equidad y justicia.

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